Auditoría al carril bici de Avenida de Roma.

Todavía tengo dudas sobre como titular esta entrada. "El inútil carril bici de Avenida de Roma", "Avenida de Roma: otra oportunidad perdida" o "El Ayuntamiento de Barcelona cree que somos tontos".

Tengo la suerte de vivir relativamente cerca de este paseo que se sitúa en pleno corazón del Eixample barcelonés. La he cruzado en innumerables ocasiones por motivos personales, de trabajo y antiguamente por estudios, así que puedo decir que conozco bien su evolución y he padecido sus defectos y disfrutado de sus escasas virtudes.

Nunca fue una calle que me llamara mucho la atención, la verdad, recuerdo a esta avenida como un tramo inconexo, sucio y sin sentido en medio de nuestra querida Barcelona del diseño y del turismo de calidad. Así que me alegré enormemente el día que se anunció una reforma para esta avenida.

"Por fin se podrá pasear y ver a niños jugar sin tener que pelearse con los excrementos de perro que tanto abundan!!!"  pensé. Y tengo que decir que sí, que hoy en día, hay más niños jugando y la Avenida, en las partes en las que se reformó, parece bastante más limpia.

Pero en cuánto a lo que este blog atañe, y en cuanto a la movilidad de los ciudadanos en Barcelona, la reforma no ha sido más que una chapuza que no hay por donde coger. (clica en más información para seguir leyendo).



Afortunadamente la reforma solo afecta parte de la Avenida de Roma, la sección comprendida entre la Calle Calabria y la Calle Casanova (prácticamente el inicio de ésta)


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La Avenida de Roma, como se puede observar en el mapa, es un trayecto que conecta la Calle Aragón, una de las vías troncales de Barcelona, con la céntrica estación de tren, metro y autobuses de Sants. Uno de los centros más importantes de transportes intermodales de la ciudad. La reciente reforma de la estación y de la avenida de Roma hubiera sido una estupenda oportunidad para reforzar el transporte en Bicicleta hacia el centro para los ciudadanos que llegan a Barcelona desde otras ciudades o barrios y viceversa.

Pero viendo los resultados, está claro que ha sido otra oportunidad perdida de nuestro querido Ayuntamiento de Barcelona, concretamente de los concejales Assumpta Escarp y Francesc Narváez.

Mi recorrido lo he iniciado en la calle de Calabria.

Cruce entre Calabria y Avenida de Roma.

En este tramo, la avenida hereda los múltiples carriles para vehículos que posee en el trazado antiguo que se dirige a la estación de Sants. Empezamos por siete (!) carriles centrales, de los cuales hay dos para aparcamientos en batería, uno para aparcamientos en paralelo, y otro central sin uso ninguno. Espero que los arquitectos/ingenieros luego no se quejen de falta de espacio...

Una calzada de 7 carriles.

En el lado Sur tenemos otros cuatro (!) carriles: uno para aparcamientos, dos para turismos, y el cuarto para autobuses y taxis.

Calzada de 4 carriles.

Y por último en el lado Norte otros dos carriles más.

Dos carriles más. Ninguna bici aparcada.

A pesar de ser un día laborable, no parece que esta avenida soporte mucho tráfico, y aún así tenemos un buen número de carriles para los coches. Con semejante autopista disponible muchos vehículos y motocicletas sobrepasan tranquilamente los 50KM/H y los 80KM/H.

En este primer tramo, no hay ninguna infraestructura para la bicicleta, así que los ciclistas se ven obligados a circular entre vehículos a alta velocidad y próximos al carrilbus o a los coches aparcados.

En el tramo que empieza en Viladomat, observamos ya varias novedades. Un carril semipeatonal situado en la parte norte y otro situado en la parte sur. Ideales para ir en bicicleta, y para que los vecinos puedan realizar pequeños desplazamientos para acceder a sus aparcamientos privados o para descargar mercancias.

Pero en medio de este paseo, observamos que también existe un carril bici! Un carril bici que no tiene ni principio ni final, ni sentido alguno! Solo hay que ver el éxito que tiene...


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Podemos ver el magnífico carril lateral, que  hubiera sido ideal para las bicicletas y a su lado un inútil e innecesario carril bici con inicios y finales inconexos.

Inicio del carril bici.

La rampa que da acceso al carril lateral ...

De verdad era necesario este carril bici? Qué peligro tenía el carril contiguo?

Si el principio del carril era totalmente inconexo, el final no lo es menos. Mete al ciclista de lleno en la acera, o le hace volver por el carril que en principio este carril bici debía de evitar. Absurdo, absurdo total.

Terminación abrupta del canal, que obliga al ciclista a ir por la acera.

Pues resulta que el carril bici sigue... pero en la parte sur de la calle, en lugar de haber seguido el recorrido lógico y recto del carril para coches al que iba en paralelo. Por supuesto, la forma de acceder al carril sur no es ni más ni menos que mezclando a las bicis con los peatones en un paso de peatones y en la acera. Con el agravante que nos encontramos en frente de una guardería.


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Otra vez el carril bici inútil e inconexo.

Si continuamos por dicho carril bici, la unión con el siguiente tramo ya es de juzgado de guardia. No es que dude de la capacidad académica del que lo diseño, si no que dudo de si esa persona tenía algún atisbo de lógica o sentido común.

Clica en la imagen para ampliar.

El carril bici hubiera tenido más sentido si hubiera sido conexo, pero es que es totalmente inútil, absurdo y peligroso.

A mezclarse con los peatones otra vez...

Y volvemos a duplicar esfuerzos cuando ya teníamos un carril en condiciones...

Carril bici innecesario.

Si seguimos el carril bici, llegamos a la calle de Urgell, que dispone de uno de los carriles bici más usados de la ciudad. Pero en esta ocasión tampoco hay manera de hacer las cosas bien, ni para seguir recto, ni para unirse a Urgell.

Otro carril que acaba en medio de la acera.

La continuación del carril se ve al fondo de la imagen... donde la señal azul.

La opción se continuar por Avenida de Roma vuelve a ser absurda, ya que nos obliga a tomar otra vez la acera, ralentizándonos y mezclándonos con los peatones, además de coincidir en un paso de peatones y pasar junto a la terraza de un bar.

Cruce de peatones y acera por el que continua el carril bici.

Una vez superado los obstáculos nos encontraremos en el tramo de Avenida de Roma entre Urgell y Villarroel. Aquí lo primero que vemos es otra vez el carril para los vehículos, amplio y con rampas de acceso a la calzada, nada que ver con el carril bici que se convierte en redundante otra vez.

Carril perfectamente apto para bicicletas, pero nos desvían...

... a ese carril lejano, inconexo y en medio de la nada.

Desde esta perspectiva se pueden ver las dos opciones de continuidad del carril bici... No quiero ni saber la millonada que se llevó el lumbreras que diseñó esto. Debía ser algo mayor, porque no conocía lo de la línea recta.

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La llegada al cruce con la calle Villarroel mejora ligeramente las cosas, pero no deja de ser otra chapuza más que nos mezcla otra vez con los peatones.

Cruce con Villarroel, que nos obliga a cruzar otra vez junto a los peatones.

Imagen desde el otro lado del paso de la calle.

Mientras que el que  hubiera sido un buen carril para la bicicleta y tan solo varios metros en paralelo a la izquierda, tiene su continuidad en línea recta, con sus rampas y bien separado de los peatones.

Trayecto mucho más ideal para la bicicleta.

Amplio y con continuidad.

Seguimos entonces por el trayecto marcado para las bicicletas. Que como es costumbre vuelve a terminarse en medio de la nada, a mezclarnos con peatones y a volver a llevarnos por un paso de cebra para peatones.

Tramo de carril entre Villarroel y Casanova.

Final de tramo. Terminado en la acera.

Aquí, tal y como se ve en el semáforo, podemos intuir que para seguir nuestro trayecto hay que cruzar otra vez el paso de peatones:

Clica para ampliar.

Mientras que el carril que discurría paralelo a nosotros y el que insistimos que hubiera sido la solución lógica para la bici, tiene su propio acceso a la calzada de la calle Casanova:

No se ve claro, pero hay una rampa de acceso para continuar por la calzada.

Volviendo al carril bici y si seguimos el semáforo con la luz para bicicletas... aparecemos otra vez en medio de la acera, y ya sin trayecto alguno qué recorrer.

Semáforo para bicicletas que nos lleva a...

...ninguna parte!

En resumen, que nos encontramos con una infraestructura para bicicletas totalmente inútil, inconexa, lenta, e insegura para los peatones. Está claro que estos tramos suman KM para las subvenciones de la Unión Europea, y por eso suelen hacerse de mala gana y por responsables que no han ido en bicicleta por Barcelona en su vida.

Es además una oportunidad perdida, porque con el espacio del que dispone Avenida de Roma, y con el poco tráfico que soporta hoy en día, se podrían haber hecho maravillas, además de haber posicionado a la Avenida de Roma como un eje ciclista principal para enlazar Sants con el centro de la ciudad.

Recientemente, el Sr. Alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha anunciado la ejecución de auditorías para poder evaluar la calidad de las infraestructuras para la Bicicleta de Barcelona. Espero que esta vez cuenten con profesionales para ello.